La Paz, 9 de mayo (ANF).- El Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría cumple este lunes 50 años de trabajo por la educación en Bolivia. La institución ha basado sus estrategias de trabajo en aula, y sus metodologías de enseñanza en los valores cristianos como la solidaridad, el respeto, compañerismo y una labor comprometida con la comunidad.
Dilfredo Martínez, técnico del área regular de la oficina departamental de Fe y Alegría en Potosí, aseguró que el movimiento educativo tiene como misión llegar a la gente de las zonas o comunidades más necesitadas del país, con un enfoque de educación curricular, integral, inclusiva y trasformadora.
“Es curricular, porque basa sus contenidos en la curricular establecida; Integral, porque toma en cuenta todas las áreas de trabajo, desde los temas espirituales hasta el desarrollo de la ciudadanía, ejercitando valores humanos cristianos; es una educación inclusiva, porque se trabaja desde un modelo que respeta la diversidad cultural, pero además respetando los ritmos de aprendizajes de estudiantes con discapacidad o con talentos extraordinarios, entre otros casos; y, es transformadora, porque fomenta habilidades para poder transformar la realidad de la comunidad”, sostuvo Martínez.
En ese sentido, se priorizan modelos curriculares que permiten garantizar el desarrollo humano de los estudiantes. En aula se promueve el trabajo en equipo de acuerdo a los ritmos de aprendizaje.
Martínez explicó que en Fe y Alegría el proceso de enseñanza aprendizaje se basa en el enfoque de educación popular sustentado en la teoría del educador brasileño Paulo Freire, pero no se desprende del enfoque trazado en la ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez, norma que es cumplida a cabalidad en cada uno de los objetivos.
Sin embargo Martínez aclaró que mucho antes de que se ponga en vigencia esta norma, Fe y Alegría fue pionera en comulgar la realidad de la comunidad con el avance en aula. “Los proyectos socio productivo (PSP) ya eran una realidad en nuestro movimiento educativo mucho antes de su promulgación”, apuntó.
La estrategia metodológica
Martínez recalcó que lo que se hace en aula es fomentar valores humanos como la solidaridad y el compañerismo, pero además fomentar permanentemente los espacios de reflexión y análisis de la realidad, ya que para Fe y Alegría el aprendizaje “es un medio para desarrollar capacidades para desarrollar propuestas encaminadas a la trasformación de la realidad”. “Es el principal desafío”, dijo.
Citó otra práctica metodológica trabajada hace mucho tiempo, es la equidad de género practicada entre todos los miembros del movimiento y también la cultura de paz.
Martínez hace 15 años es parte del plantel de Fe y Alegría y aseguró que el compromiso para todo aquel que trabaja en este movimiento educativo es el de brindar un servicio social, siendo que se trata de una institución católica que tiene la misión de facilitar el acceso a una educación gratuita y de calidad en lugares donde muchas veces los niños y jóvenes no ejercen a este derecho. “Como Fe y Alegría tenemos la convicción de llegar a la gente más necesitada”, sostuvo.
“Para ejercer un liderazgo real tiene que existir un compromiso social y de servicio de cada persona que conforma el plantel educativo, porque actualmente hay mucha carencia de valores. Esa es la diferencia entre Fe y Alegría y otras instituciones educativas”, concluyó.
Tras 50 años de vida aportando a la educación en el país, este proyecto católico educa a 182.000 alumnos en 71 municipios de los nueve departamentos. Atiende, a través de 48 congregaciones religiosas, a 415 unidades y centros educativos y cuenta con el apoyo de 9.223 educadores y más de 100 técnicos y directivos a nivel nacional.
Fuente: ANF
Foto: Fé y Alegría