El Observatorio de Derechos de la Naturaleza, presentado en el salón de honor de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) con participación de varias instituciones de Latinoamérica, arrancó su tarea en Bolivia con la interrogante: “¿pueden los países morir por el mal de extractivismo?”.
El experto en extractivismo del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES), Eduardo Gudynas fue el encargado de lanzar la pregunta provocativa: “¿puede un país morirse del mal de la mina?, ¿puede Bolivia morirse de extractivismo?, dicho en término en perspectiva más continental, ¿los países mueren del mal del extractivismo?”.
El reconocido “gurú” uruguayo citó el libro “Potosí” de Ander Izaguirre en el cual se relata la vida de los mineros y cómo la silicosis, enfermedad propia del socavón, permite que tan solo hasta los 35 años los trabajadores lleguen sanos.
Gudynas instaló el concepto del extractivismo como el tipo particular de extracción de recursos naturales, en gran volumen o alta intensidad, de los cuales el 50% o más, es destinado a la exportación como materias primas sin procesar o procesamiento mínimo, aunque con sus propios matices en cada país.
Marco Antonio Gandarillas, investigador de Centro de Documentación e Información (Cedib) afirmó que al mismo tiempo que se agreden sistemáticamente los derechos humanos de los defensores de la naturaleza, se enfrenta un momento crítico que se evidencia que casi todas las especies endémicas de animales están en grave riesgo de extinción, como el caso del jaguar en Bolivia.
El Observatorio dijo que se permitirá informar y llamar la atención a los Estados y la sociedad, sobre la gravedad de la situación de los derechos de la naturaleza. Dijo que aunque hubo importantes avances en tema normativo en Ecuador, donde se institucionalizaron este tipo de derechos, en la práctica falta avanzar a nivel regional.
Durante el acto público que contó con la participación del rector de la UMSA, Waldo Albarracín; la docente ambientalista de la UCB, Cecilia Requena; la líder indígena y académica, Toribia Lero de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI); los investigadores del Cedib, Óscar Campanini y Marco Antonio Gandarillas, se explicó el alcance del Observatorio.
El Observatorio está conformado por la Fundación Oficina de Investigaciones Sociales y del Desarrollo (OFIS), el Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana de Colombia, CLAES de Uruguay y el Cedib de Bolivia.
Comité Asesor
En los últimos meses se logró conformar el Comité Asesor del Observatorio de Derechos de la Naturaleza con los tres primeros miembros para América Latina. Se trata de dos mujeres y un hombre, todos ellos de conocida participación en temas de derechos humanos y ambientales, referentes en sus países y en la región.
La escritora, analista y militante en temas de derechos humanos y ambiente, Rocío Silva Santisteban. Fue secretaria de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú, encargada de coordinar estudios sobre la situación de las mujeres en los extractivismos y acaba de publicar un voluminoso libro titulado: “Mujeres y conflictos ecoterritoriales”. Es además docente en las universidades Católica del Perú.
Amparo Carvajal, es una infatigable militante por los derechos humanos en Bolivia. Es española y reside en Bolivia desde 1971, y preside desde 2016 la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) también es parte del Comité Asesor.
Gustavo Castro coordina la organización Otros Mundos en San Cristóbal de las Casas en Chiapas, en el sur de México. Es un conocido activista en temas de ambiente y derechos humanos en su país y la región. Trabaja estrechamente con el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, y en movimientos contra las represas y la minería. Apenas pudo sobrevivir al mismo atentado que le costó la vida a Berta Cáceres en ese país. Como consecuencia fue hostigado, amenazado y perseguido y debió estar bajo protección de organizaciones internacionales.
Miembros del Observatorio
El Observatorio de los Derechos de la Naturaleza cuenta con un grupo de organizaciones coparticipantes de la iniciativa. Se apostó a varias instituciones de distintos países y también a una diversidad de abordajes y prácticas en los temas de derechos en general, y en especial a los enfoques en derechos de la naturaleza y de las personas.
Las organizaciones coparticipantes incluyen a la Fundación Oficina de Investigaciones Sociales y del Desarrollo (OFIS), institución ecuatoriana enfocada en el desarrollo local que aborda temas de democracia participativa, equidad socio-económica, diálogo intercultural y sustentabilidad ambiental.
El Cedib de Bolivia, es una organización ciudadana que trabaja en temas de información, derechos, ambiente y desarrollo. Es conocida por contar con el más grande acervo de publicaciones periódicas del país y por sus tareas de investigación, capacitación y seguimiento de los principales problemas en ambiente y derechos de Bolivia.
El Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana de Colombia es un centro de investigación, docencia y asesoría universitaria en el campo de la ética y la política. Aborda temas en medicina, salud pública y el medio ambiente. Sus tareas de investigación se complementan con programas de enseñanza de posgrados.
El Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) de Uruguay se dedica al análisis, capacitación y promoción en las alternativas al desarrollo, y se ha dedicado activamente a promover una mirada desde la ética ambiental, y en especial, desde las posturas biocéntricas. Acompaña a distintas organizaciones ciudadanas y colabora con centros universitarios en América del Sur en la promoción de los derechos de la naturaleza desde hace una década.
ANF