Cómo elaborar pan casero, torta, brazo gitano, queque o salteñas fueron algunos de los productos que se aprendieron a hacer el pasado fin de semana en Monseñor Salvatierra, una de las comunidades que conforman el municipio de Urubichá. Unos conocimientos que formaron parte del taller titulado “Fortalecimiento en técnicas avanzadas de repostería”.
En esta ocasión los encargados de impartir el taller fueron María Cuñatuari e Hilario Uraeza, emprendedores de la comunidad de Yaguarú y facilitadores comunales del proyecto de Fundación IRFA.
El curso quiso dotar a las participantes de herramientas teóricas y prácticas para que, aplicados a diferentes recetas, puedan empezar con sus iniciativas emprendedoras.
Los facilitadores impartieron el taller en lengua guaraya, algo que Hilario comenta que refuerza la enseñanza pues “las participantes se adaptaron rápido y comprendieron bien lo que enseñábamos”. Asimismo, el facilitador, especialista en repostería, añadió que fue “una experiencia única impartir este taller con las mujeres de Salvatierra”.
“Como facilitadores enseñan a su propia gente
con un valor agregado que es su propia lengua guaraya»
Por otro lado, Wilfredo Delgado, responsable del proyecto de Educación Permanente, que cuenta con el apoyo de la AECID, aportó que “el taller de capacitación en esta comunidad tiene su relevancia ya que es una primera experiencia de que emprendedores indígenas formados con el proyecto estén replicando sus conocimientos” y continuó explicando que “como facilitadores enseñan a su propia gente con un valor agregado que es su propia lengua guaraya, de esta forma, se adecúan los conocimientos adquiridos a un contexto más local y sencillo.”
Por último, añade que especialmente en este taller ha sido destacable “la participación activa de las mujeres durante las sesiones de capacitación”. Algo a lo que se suma María, quien destaca la predisposición de las participantes “todas fueron muy amables y tenían muchas ganas de aprender” algo que le hace tener muchas ganas de volver a compartir con las gente de esta comunidad.
Por: Lucía Aragón Luque