La Mancomunidad de las comunidades de ríos Beni, Quiquibey y Tuichi y la Coordinadora para la Defensa de la Amazonía, emitieron un pronunciamiento exigiendo a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) el cese definitivo de la construcción del proyecto hidroeléctrico Rositas y denunciaron que si este sigue adelante se inundarán 450 kilómetros cuadrados afectando a tres áreas protegidas y más de 20 comunidades.
“El rechazo de nuestro hermanos y hermanas del Comité de Defensa de Tierra y Territorio de las comunidades que ya fueron afectadas en sus vidas como Yumao, Tatarenda y comunidades Vallegrandinas por el megaproyecto de la hidroeléctrica Rositas, no es un tema temporal sino definitivo porque inundará 450 kilómetros cuadrados, afectando a 3 áreas protegidas y más de una veintena de comunidades”, sostiene el documento.
El manifiesto titula “De la postergación a la cancelación definitiva de la mega pesadilla de Rositas”, y fue emitido luego de que ENDE suspendiera con carácter temporal las obras de construcción de la hidroeléctrica y que su presidente ejecutivo Joaquín Rodríguez manifestara que el proyecto se había detenido debido a la oposición de los comunarios.
En días anteriores Rodríguez afirmó que el “sueño cruceño” estaba siendo postergado por estas protestas y que “en cuanto la población tome conciencia de las ventajas de (la) inversión, se retomará de inmediato las tareas hasta el momento suspendidas”.
En respuesta la Mancomunidad y la Coordinadora para la Defensa de la Amazonía expresó que “es una total falta de respeto sugerir que mañana ´tomarán conciencia`” y agregaron que quien tiene que “tomar conciencia y cancelar esta mega pesadilla es ENDE y el Gobierno de Evo Morales”.
El manifiesto advierte que los proyecto Rositas, El Bala y Chepete no son rentables y que además de destrozar la biodiversidad y a los pueblos indígenas duplicaran la deuda externa de Bolivia.
Otro punto en el que enfatiza el documento es que los costos del proyecto son demasiado altos y que el proyecto no es sustentable por sí mismo, “con estos costos, ningún país vecino podría estar interesado en comprarnos una energía a tan elevado costo”, observaron.
Puntualizaron que la postergación temporal de la obra no se debe a las protestas de los comunarios, sino a un fracaso de la empresa eléctrica.
“Ende quiere esconder su fracaso culpando a nuestros hermanos y hermanas de las comunidades guaraníes y vallegrandinas de ser las responsables de la postergación del proyecto Rositas. La gran verdad es que el proyecto de convertir a Bolivia en el centro energético de sud América no tienen ningún asidero real y se están despilfarrando millones y millones de dólares (…) que ya hubieran servido para mejorar el turismo ecológico en Rositas, El Bala y Chepete”, reza el manifiesto y recalca la exigencia de cancelar definitivamente el proyecto hidroeléctrico.
ANF