Felipe Quispe Huanca, quien falleció este martes a los 78 años, demostró en su vida que el movimiento indígena boliviano tiene la capacidad de realizar transformaciones profundas y estructurales para la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Fue más conocido como El Mallku, cóndor en aymara, y su lucha contra los gobiernos de derecha lo posicionó como uno de los líderes más respetados dentro de la comunidad campesina.
Quispe nació en Ajllata Grande, provincia Omasuyos del departamento de La Paz. Fue un historiador, político, escritor, dirigente campesino y catedrático de universidad.
Su discurso indianista y su denuncia de la persistencia del colonialismo representó una amenaza para sectores de las clases altas y medias.
El Mallku fundó el Movimiento Indígena Túpac Katari en 1978, influenciado por las ideas de Fausto Reinaga. En 1983 fue elegido dirigente de la Federación de Campesinos de La Paz y fundó el movimiento Ayllus Rojos, brazo político de sus bases.
En 1990 fundó junto a otros dirigentes el Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), que más tarde sería desmantelado. Quispe fue detenido y recluido, acusado de alzamiento armado.
También fue el máximo dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, fundó el Movimiento Indígena Pachacuti y llegó a ser diputado, pero renunció.
Escribió los libros “Túpac Katari vuelve y vive carajo”, “El indio en escena” y la obra inédita “Mi captura”.
DRM / Agencia Boliviana de Información