“Los humedales y el bienestar humano” es el tema del Día Mundial de los Humedales 2024 que se conmemora este viernes 2 de febrero. Este año se pone en relieve la gran interconexión entre los humedales y la vida humana, ya que las personas obtienen sustento y resiliencia de estos productivos ecosistemas.
El mensaje principal de la campaña de este año es que el bienestar humano está irrevocablemente ligado al estado de los humedales del mundo. Dependemos de estos ecosistemas que sustentan la vida. Pero deben estar sanos para que puedan seguir proporcionándonos agua y alimentos, apoyando la biodiversidad, proporcionando medios de vida, protegiéndonos contra fenómenos meteorológicos extremos y mitigando el cambio climático.
¿Por qué están en peligro?
Los humedales son unos de los ecosistemas que sufren mayor deterioro, pérdida y degradación, y se prevé que esta tendencia negativa continúe como consecuencia del rápido crecimiento de la población, la producción y el consumo insostenible, el desarrollo tecnológico y el cambio climático.
Con una pérdida del 35% a nivel mundial en los últimos 50 años, los humedales son nuestro ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
Entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales están el drenaje y relleno para usarlos para agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático.
Este círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados y agudización de la pobreza es el resultado de una forma de pensar que, de forma errónea, ve los humedales como meros terrenos baldíos en lugar de considerarlos fuentes de vida, empleos, ingresos y servicios ecosistémicos esenciales. Uno de los retos clave pasa por cambiar la mentalidad de la gente y alentar a los gobiernos y a las comunidades a valorar y priorizar los humedales.