El grupo (Núcleo de Mujeres de la Panamazonía), que viene reflexionando sobre el papel y la importancia de la presencia de las mujeres en la Iglesia, está formado por mujeres que tienen “la conciencia de un territorio que pisamos, un territorio específico en el que realizamos acciones, y esto nos lleva a un camino sinodal”, según Dorismeri Almeida de Vasconcelos.
A partir de su identidad, conocimiento y liderazgo, las mujeres, que, en la Panamazonía, según la auditora sinodal, asumen el 70% del trabajo social y misionero, han encontrado en el grupo un espacio de encuentro, de confianza y de escucha, garantizando la presencia de todas las mujeres de la Panamazonía. No podemos olvidar que “son víctimas de un alto índice de violencia, de sobrecarga laboral y afectiva, son víctimas con la violación de sus derechos”.
El grupo surgió dentro del proceso sinodal, “a partir de nuestra diversidad cultural, nuestra organización social y nuestra experiencia de Iglesia, tanto como mujeres laicas como consagradas”, dice Dorismeri. Destaca entre las propuestas realizadas, reflejar las realidades y experiencias concretas de las mujeres en la Panamazonía y proyectar una lectura teológica contextual, como se hizo en el Sínodo, que permita rescatar las voces, propuestas y apuestas de las mujeres en este territorio.
El 8 de marzo es un momento para “recordar las luchas”, según Rose Bertoldo, que presentó y compartió el calendario, “que las mujeres de la Panamazonía han construido colectivamente”. Según la auditora sinodal, estamos ante “un material de formación e información que nos inspira a recorrer todo el año como una presencia creativa y propositiva”. El calendario se ha construido a partir de palabras, mandalas, frases, colores y fotos, teniendo la tierra, el fuego, el agua y el aire “como elementos que nos apoyan en este camino, en esta construcción”, según la religiosa.
“El calendario recoge la inspiración que cada mujer tuvo en esta construcción colectiva, recoge muchos signos de los pueblos de la Amazonía, que tiene una gran diversidad”, dice Rose Bertoldo. Estamos ante un instrumento que tuvo la capacidad de “incluir muchas miradas de la Panamazonía, lo que nos permite ampliar a otras mujeres”. Por ello, subraya que “lo que aparece en el calendario es una expresión de esta presencia del Espíritu que habita en la Amazonía y está presente y activa en cada ser”. De ahí que la religiosa ponga como objetivo “que esta rica diversidad nos impulse a seguir cuidando todas las formas de vida en nuestra casa común”.
El Núcleo de Mujeres de la REPAM es “un espacio que tiene la fuerza de permitirnos pensar juntas, soñar juntas y construir juntas”, dice María Eugenia Carrizo. Define el futuro “como un momento para pensar juntas qué tipo de Iglesia soñamos, qué pensamos que es el futuro de nuestra Iglesia, qué rostro amazónico queremos que tenga, y en función de esto la visión ministerial, en una región con una rica diversidad de ministerios”.
Es un instrumento que nos permite “soñar con un espacio de encuentro y reflexión entre mujeres, donde puedan compartir sus aprendizajes, experiencias, historias y sus luchas cotidianas”. A partir de ahí, insistió en que “queremos seguir unidas, seguir construyendo juntas, seguir desarrollando proyectos comunes, en un espacio donde todas tenemos voz, donde todas podemos compartir nuestros dolores y esperanzas”.
Descargue aquí el calendario bilingüe español – português:
Por: REPAM/Luis Miguel Modino