La Ichapekene Piesta Inasianuana es la máxima expresión de fe, religiosidad, cultura y espiritualidad que celebra el pueblo mojeño ignaciano del municipio de San Ignacio de Moxos en el departamento del Beni en Bolivia. Se celebra el 31 de julio, día de la fiesta de San Ignacio de Loyola, y ha sido declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO en 2012.
La novena al Santo patrono San Ignacio de Loyola, comenzó este 22 de julio, pero desde antes se realizan ya actividades varias, como la preparación del “palo encebau”. Este es el tronco de un árbol que meses antes los miembros del Cabildo Indígena encargan a los comunarios que busquen en las selvas cercanas. El palo es trabajado de manera especial para ser parte de la fiesta por ex corregidores y cabildantes.
Estos rituales constituyen un acto de fe y renovación constante que permiten a los moxeños renacer al cristianismo en presencia de sus espíritus ancestrales. En la procesión principal participan 48 grupos disfrazados con máscaras de antepasados y animales que destacan la importancia otorgada al respeto de la naturaleza. Estos grupos festivos gastan bromas y bailan al son de la música barroca de las misiones jesuíticas hasta que, en torno de la medianoche, hacen surgir de sus sombreros bengalas y petardos que simbolizan el don de la luz y la clarividencia para vivir en armonía con la biodiversidad.
Sobre esta celebración conversamos con el padre Fabio Garbari, párroco de San Ignacio de Moxos.