Los movimientos artístico culturales son cientos y que hacen un trabajo digno de destacar, aplaudir y apoyar. De manera colaborativa y autogestionada destinan tiempo, recursos, capacidades y talento por llegar a las zonas más alejadas de la ciudad. Desde el centro y los distritos hay un quehacer artístico cultural muy grande, renovado y que cada día va creciendo. Festivales de música, de cine, de teatro, del libro, de pintura, de títeres, de danza, de hip-hop (y sus cuatro elementos), etc.
Claro ejemplo es el reciente espacio denominado RESILIENCIAS donde convergen muchos artistas y gestores culturales que plantean conversar y trabajar en un FORO DE ARTE sobre la asignación de recursos económicos para el fomento del arte de manera sostenible de acorde a nuestra realidad y plantean además, programas y proyectos que den sentido a la construcción de una ciudadanía responsable, informada y que tenga opciones para apreciar y aplaudir el talento de nuestros artistas en todos los distritos y de manera permanente.
Ello, implica, trabajar participativamente -de manera horizontal y sincera- una LEY DEL ARTE Y LAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS (por así decirlo) donde se definan los mecanismos de acceso a recursos públicos y se establezcan políticas públicas consistentes y a largo plazo porque el arte, es también, desarrollo.
La ciudad y sus habitantes se merecen ser tomados en cuenta; se merecen multiplicar e irradiar las diferentes experiencias creativas de sus artistas y esa es una labor del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra que, esperamos, de una vez entienda que no es solamente disponer a última hora de los recursos públicos, sino asegurar que estos se conviertan en programas y proyectos sostenibles.
De momento, RESILIENCIAS se ha convertido en un interlocutor válido de propuestas y creación colectiva que va definiendo conceptos como “arte” y “cultura” para hablar el mismo idioma.
Por. Fernando Sejas Solano.