En medio de los bosques húmedos y valles interandinos encontramos la única especie de oso que habita Sudamérica, el oso andino conocido también con jucumari u oso de anteojos, por su particular pelaje que deja la sensación de efectivamente llevar anteojos de color claro sobre su pelo oscuro.
El jucumari cumple un rol importante en el ecosistema en el que habita porque es un gran dispersador de semillas en el bosque, por lo que se conoce como el jardinero de los Andes.
El jucumari está catalogado como «vulnerable» según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Ximena Vélez Liendo, bióloga experta en estos osos nos explica cuáles son las amenazas que afronta el jucumari, entre las que se destacan la pérdida de su hábitat, conflicto con los seres humanos y los efectos del cambio climático.
En Sudamérica, el jucumari (Tremarctos ornatus) habita en Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. En nuestro país se lo encuentra en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
Esta semana la Asamblea Legislativa departamental de Tarija, con una amplia mayoría de votos aprobó la Ley que reconoce al Oso Andino como patrimonio de ese departamento.
La Ley reconoce al Oso Andino como parte importante de la riqueza del departamento tarijeño y lo más importante recomienda a las instituciones públicas que destinen esfuerzos y recursos para su conservación, además de impulsar programas que trabajen por su coexistencia con los seres humanos.
La normativa dispone también la creación de zonas de protección que serán de beneficio no solo para los osos andinos, sino para importantes porciones de bosque y otras especies que habitan en ellos. Con esta acción se espera impulsar el turismo, ganadería sostenible, apicultura, entre otras actividades sostenibles y amigables con el medio ambiente.
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