Indígenas de la subcentral del Territorio Indígena Multiétnico (TIM) recibieron la esperada resolución de titulación de las tierras del “Bosque Ancestral Chimán” (tierras fiscales de las exconcesiones madereras) de manos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
“Hoy es un día histórico porque se recibe un documento que ha sido la exigencia de todos los corregidores para que hagamos conocer a las autoridades gubernamentales esa defensa de la tierra, que debe ser titulada para favorecer a nuestros pueblos que viven en el TIM”, manifestó el presidente de la subcentral del TIM, Bernardo Muiba.
La entrega se realizó la víspera durante el tercer encuentro extraordinario de corregidores desarrollado en la comunidad Santa Rosa del Apere, provincia Moxos del Beni, después de 20 días del compromiso inicial de la entrega que estaba pactada para el 22 de diciembre de 2018.
Del encuentro también participaron los dirigentes de la Central de Pueblos Étnico Mojeños del Beni (CPEMB), el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, el gobernador del Beni, Alex Ferrier, autoridades del viceministerio de Autonomías, además de otros representantes indígenas.
Muiba señaló que los pueblos Chimán, Mojeño, Yuracaré y Movima, que habitan el TIM, “siempre recordarán el 12 de enero de 2019” porque es el día en que se cumple una de sus históricas demandas.
“Hoy damos un paso más adelante con un compromiso que fue asumido por las autoridades y los dirigentes en favor de todas nuestras comunidades. Esperemos que se cumpla porque estamos en Estado Plurinacional, donde tenemos que incluir a todos los pueblos y no excluir a nadie”, agregó.
Finalmente, el presidente del TIM señaló que gracias a que la resolución de titulación de las tierras del “Bosque Ancestral Chimán” ya fue entregada, el proceso autonómico que sigue su territorio, continuará en beneficio de la población indígena que espera mejorar su condición de vida.
“Ese es un sueño que se tiene como pueblos indígenas, el poder ser propietarios de nuestro territorio, el poder valorar nuestra cultura, nuestra educación e identidad, como siempre lo hemos ido pidiendo”, dijo.
Antecedentes
El denominado “Bosque Ancestral Chimán” fue declarado como área de explotación forestal con autorización del Estado boliviano a finales de la década de los 80. Ante esa situación, los indígenas de este territorio decidieron expresar su protesta y emprender la denominada Marcha Indígena “Por el Territorio y la Dignidad” el 15 de agosto de 1990.
La movilización obtuvo respuesta y el gobierno de Jaime Paz Zamora promulgó el Decreto Supremo 22611 del 24 de septiembre, que reconoce todo el “Bosque de Chimán” como área indígena y en su interior establece los límites del Territorio Indígena Multiétnico (TIM) y el Territorio Indígena Chimán (TICH).
Asimismo, se determina el área de aprovechamiento forestal, donde siete empresas seguían explotando madera por el lapso de 20 años para luego, según el artículo 11 del mencionado DS, pasar a formar parte integral de los territorios de los pueblos indígenas.
Cumplido el plazo, el 2010 el INRA decidió declarar el área de explotación maderera como tierras fiscales no disponibles, pese a que en su interior vivían comunidades del pueblo chimán afiliadas al TIM.
Desde entonces, los representantes del TIM enviaron solicitudes y reclamos al INRA y al Gobierno para que el área declarada tierra fiscal retorne a sus legítimos dueños como estipula el DS 22611. Durante los años de espera e insistencia, grupos de colonos intentaron asentarse ilegalmente en el territorio y hasta se denunció explotación irregular de madera.
Debido a este problema el proceso autonómico del TIM quedó trunco, lo que llevó a presionar al INRA para que se le entregue la titulación de sus tierras.
Luego de otro proceso de espera, en septiembre de 2018, durante el primer encuentro de corregidores del TIM, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se comprometió a coadyuvar para que los títulos sean entregados hasta el 22 de diciembre durante el segundo encuentro de corregidores.
Sin embargo, la promesa fue incumplida y personeros del INRA reprogramaron la entrega para enero del 2019.
ANF