Cuando bebemos un vaso de agua, escribimos en un cuaderno, tomamos medicamentos para la fiebre o construimos una casa, no siempre relacionamos estas acciones con los bosques.
Sin embargo, estos y muchos otros aspectos de nuestras vidas están vinculados a ellos de una manera u otra.
Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático, por lo que contribuyen significativamente al beneficio de las generaciones presentes y futuras, ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza.
Pero pese a los increíbles beneficios ecológicos, económicos y sociales, los bosques se encuentran amenazados por los incendios forestales, la sequía, las plagas y una deforestación sin precedentes.
El tema para 2023 del Día Internacional es: “Bosques y salud”.
Se trata de un llamamiento para cuidar de los bosques, no solo beneficiarnos de ellos. Solo a través de unos bosques sanos conseguiremos tener poblaciones sanas.
Y es que los bosques proveen alimentos nutritivos, medicamentos, combustible para calentar las casas y cocinar -evitando así enfermedades a causa del frío y la salubridad alimentaria- y salud física y mental de poblaciones rurales y urbanas.
En amplias investigaciones se ha demostrado que el uso de los bosques contribuye a reducir el estrés y promover estados de ánimo y sentimientos más positivos. En niños, contribuye a que tengan un desarrollo mental y social saludable.
¿Sabías que…?
- Un estudio en 43 000 hogares de 27 países de África reveló que la diversidad alimentaria de los niños expuestos a los bosques era al menos un 25% mayor a la de los niños que no lo estaban.
- El número total de especies vegetales que se utilizan con fines medicinales podría llegar a 50.000.
- Varios estudios han demostrado que visitar bosques reduce la tensión arterial, el ritmo cardíaco y el nivel de cortisol.
- Cada año, el mundo pierde 10 millones de hectáreas de bosques; una extensión similar a Islandia.
Por Naciones Unidas