En la actualidad según datos de la Organización de las Naciones Unidas, solo el 3 % de la población mundial habla el 96 % de las casi 6700 lenguas que hay en el planeta.
Aunque los pueblos indígenas constituyen menos del 6 % de la población mundial, hablan más de 4000 lenguas.
Según las estimaciones de conservación, más de la mitad de las lenguas del mundo se habrán extinguido para el año 2100.
La mayoría de las lenguas amenazadas son lenguas indígenas. Se estima que una lengua indígena muere cada dos semanas.
Las lenguas indígenas no son únicamente métodos de comunicación, sino que también son sistemas de conocimientos que se han desarrollado a lo largo de milenios y son fundamentales para la identidad de los pueblos indígenas y la conservación de sus culturas.
La amenaza es la consecuencia directa del de prácticas coloniales que dieron lugar a la aniquilación de los pueblos indígenas, sus culturas y sus lenguas.
Como resultado de las políticas de asimilación, del despojo de tierras y de las leyes y medidas discriminatorias, las lenguas indígenas de todas las regiones se encuentran en peligro de extinción.
Esta situación se ve agravada por la globalización y por el aumento de un reducido número de lenguas culturalmente dominantes, como es el caso del castellano en América Latina.
Los padres en muchos casos están dejando de transmitir sus lenguas a sus hijos.
El artículo 13 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, de la cual Bolivia es una de las países firmantes, establece que estos pueblos tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus lenguas, tradiciones orales, sistemas de escritura y literaturas.
Algunos pueblos indígenas están logrando revitalizar y fomentar sus lenguas mediante sus propias iniciativas y en coordinación con instancias gubernamentales y de la sociedad civil.
El Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas siempre ha llamado la atención sobre las amenazas contra las lenguas indígenas y ha insistido en tomar medidas para fomentarlas y protegerlas.
En respuesta a la recomendación de este Foro Permanente en 2016, la Asamblea General de la ONU proclamó el 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas con el fin de llamar la atención sobre la pérdida de estas lenguas y la necesidad de conservarlas, revitalizarlas y fomentarlas a nivel nacional e internacional.
Es innegable que cuando las lenguas indígenas están amenazadas, los pueblos indígenas también lo están. Que el año internacional de las lenguas indígenas sea propicio para que los pueblos continúen en su esfuerzo por revitalizar su idioma, vehículo principal para sostener su cultura.
Escuche el reportaje de la semana.
Foto: Fundación IRFA